viernes, 3 de octubre de 2008

AIR GUITAR

Cuando yo era niño, algunas tardes, me encerraba en mi habitación y ponía todos mis discos de AC/DC alrededor del tocadiscos. cerraba la puerta e iba poniendo las canciones que más me gustaban de cada disco (shot down in flames, Dirty deeds, Sin city, For those about to rock, Night prowler, Bedlam in Belgium, let there be rock, dog eat dog, live wire...) y me imaginaba/convertía en Angus Young tocando la guitarra. Cogía el bate de beisbol de detrás de la puerta y lo convertía en una Gibson Les paul. El "Concierto" duraba casi una hora, con el tocadiscos a tope de volumen, y acababa chorreando sudor, abriendo la ventana para que se airease la habitación y pegándome una ducha. Antes del "concierto" decidía el orden de las canciones, y hasta tenía preparados los bises que, afortunadamente, el público siempre me pedía. Afortunadamente, AC/DC tenía un disco en directo "If you want blood..." donde se oían los silbidos de la gente. Era un disco esencial en mi concierto, sobre todo porque el primer corte tenía casi un minuto, quizás no tanto, de ruido de público. Esto ayudaba a la verosimilitud de mi concierto.
Ahora leo que existe el "Air guitar", fingir que se toca una guitarra. Hay concursos de "Air guitar" donde se apela a una "expresión de arte en sí misma". Hay doctorados en "Air guitar" y ya se ha estrenado una peli y una obra de teatro sobre el tema. Este fenómeno ha originado el
archi conocido juego "Guitar hero".
Invito a todos a que se sientan durante unos minutos Angus Young, o Kirk Hammett o Jimmy Hendrix ¡es fantástico! Pero me parece una gilipollez intentar hacer de esto un arte. Aún peor, facilitamos que las multinacionales conviertan nuestros sueños en juego, eliminando nuestras limitaciones durante unos segundos para regar nuestro yo infantil narcisista. Tengamos siempre un niño dentro, pero no nos dejemos seducir por los juegos que nos invitan a ser eternamente niños, no les hagamos el juego.
Ya lo dice Cortazar en sus instrucciones para dar cuerda a un reloj: "Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo".
Nuestros juegos, nuestros sueños son nuestros.

1 comentario:

Sergio Crespo dijo...

El bajo es el instrumento de los verdaderos solitarios. Nadie lo sabe, pero cuando uno toca esas cuatro cuerdas mágicas se da cuenta. Fuck the rest!, fuck them all.